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¿Por qué fracasamos durante el aprendizaje?
Welcome everybody!
Seguro que muchos nos hemos hecho esta pregunta. Incluido yo. Por lo que me complace deciros que vamos a resolver el porqué fracasamos durante el aprendizaje.
Cuando estamos en medio de un objetivo, tal vez de estudio, comenzamos con una gran motivación. Por desgracia, para muchos la motivación del principio acaba por hundirse. Entonces es ahí cuando fracasamos. Una voz interior derrotista nos facilita ese fracaso:
Discurso de la voz interior derrotista:
“Esto no te está sirviendo para nada”.
“Nunca vas a hacer nada con esto”.
Esta es la razón de porqué fracasamos durante el aprendizaje.
¿Cómo evitamos el fracaso durante el aprendizaje?
Una vez que conocemos el porqué fracasamos durante el aprendizaje, vamos a atajar su solución:
En el mismo instante que entra en tu mente la voz interior derrotista, lo que hay que hacer es detectar que está surgiendo. En el mismo momento que detectas que está surgiendo. Tienes el poder de soltarlo y dejarlo ir.
El mero hecho de reconocer tu bolsa negra, los pensamientos egoicos, ya la convierte en blanca.
¿Cómo maximizamos nuestros esfuerzos?
Ya conocemos el porqué fracasamos durante el aprendizaje y cómo evitar ese fracaso. Por lo que ahora me gustaría explicarte cómo maximizamos nuestros esfuerzos.
Quédate bien con esto: Obtén el 80 por ciento de los resultados con solo el 20 por ciento de tu esfuerzo, ya que el 80 por ciento de todo lo que necesitas está en el 20 por ciento más útil.
A cada persona debería interesarle saber mucho de un área y tan solo un poco de muchas. Realmente hay un solo ámbito donde deberías saber mucho. Ese es tu trabajo, o como mucho aquellos otros por los que tengas un interés especial. Pero en todas las demás áreas, debería no interesarte saber el 100 por ciento y ser experto. Para ser experto tienes que estar dispuesto a invertir casi toda una vida.
Lo más importante que necesitas saber sobre marketing, psicología, nutrición, salud, viajes, fotografía, cocina, cómo bailar swing, tocar un instrumento, manejar un programa informático, o incluso sobre la Segunda Guerra Mundial está a un par de horas de distancia. Si te contaran lo estrictamente necesario de cada una de estas áreas aprovechando cada segundo de estas dos horas, te sorprendería cuánto llegarías a conocer.
¿Qué es lo estrictamente necesario?
El centro, el núcleo de cada materia, la parte útil. El centro es la parte más pequeña pero representa la parte más útil. Como te muestro en el gráfico, a pesar de que lo útil solo comprende el 20% de la materia, representa el 80% de lo que necesitas saber.
El núcleo es sencillo, generalista, directo y, por encima de todo, principal.
La periferia se preocupa por el detalle, es esotérica, indirecta y, por encima de todo, secundaria. La periferia es la parte grande pero supone la parte no útil.
Creo que lo comprenderás mejor con un símil y una de las fábulas que más utilizo en mis conferencias:
Símil aprendiendo un idioma:
Si estás aprendiendo un idioma no es necesario aprender los campos enteros de palabras.
Tomemos la palabra <<codo>> y <<mano>>. Ambas son partes del cuerpo humano. Ambas pertenecen al mismo campo y, sin embargo, la primera es parte de la periferia porque no es útil. ¿Cuántas veces la vas a usar? Cuando quieras usar esa palabra ya la habrás olvidado. La segunda es parte del centro. Es útil, es frecuente y tendremos ocasiones de utilizarla antes de que caiga en el olvido, precisamente por ser parte del centro.
Fábula de los dos artistas:
Había una vez dos artistas. Uno se llamaba Don Éxito y el otro Don Fracaso. Ambos tenían que retratar a un personaje histórico con piezas de un puzle a modo de mural.
La imagen del mural era del Mahatma Gandhi rodeado por su familia en un frondoso campo con árboles y con un cielo azul despejado y muy ancho.
El objetivo era conseguir que el público que observaba la colocación de las piezas averiguase en el menor tiempo posible de qué trataba el mural. La prueba tenía una limitación: sólo podían añadir una pieza cada día.
Don Fracaso empezó de forma lineal por la esquina de arriba de la izquierda. Tras quince años había colocado un altísimo número de piezas, pero todas de color azul, correspondientes al cielo. Tantas piezas y, sin embargo, apenas daban información al público sobre el cuadro.
Don Éxito lo hizo de otra manera. En lugar de empezar por una esquina, fue directamente a la parte del cuadro que concentraba la mayor esencia. Comenzó por la nariz del protagonista. Fue ampliando mediante una espiral ascendente al resto del rostro. Tras tan sólo quince piezas, todas las personas que observaban reconocieron con total certeza de qué trataba el retrato.
En el caso de Don Fracaso, podrían haber pasado años y aunque hubiera miles de piezas en el mural, el público seguiría sin saber que el protagonista de la imagen era Gandhi.
¿Cómo aplicamos esta regla?
He aquí la gran pregunta, cómo sabemos distinguir el núcleo de la periferia aplicar esta regla:
- Invierte tiempo en descubrir qué tareas deberías NO hacer para ganar tiempo.
- Selecciona minuciosamente el contenido o tarea realmente relevante, será el 20%. No te hará experto pero estarás muy cerca.
- El tesoro de cada área de nuestras vidas está en el 20% más útil. No reside en la periferia, sino exclusivamente en el núcleo. Aplicar esta técnica, tiene la capacidad de transformarlo todo, incluido una empresa, el aprendizaje, la organización.
Identificar el núcleo de las cosas, su 20 por ciento más útil, es tener el 80% de la batalla ganada.
Dilema centro-periferia
Desde que Vilfredo Pareto descubrió la regla del 80/20, o lo que yo llamo el dilema centro-periferia, millones se han beneficiado de su aplicación.
El dilema centro-periferia puede aplicarse a muchas facetas de nuestra vida, no solo al aprendizaje. Te doy unos ejemplos ya que entender su importancia es entender que…
- 20% de tus clientes suponen el 80% de tus ventas.
- 20% de tus amigos ocupan el 80% de tu vida social.
- 20% de tus horas más eficientes produces el 80% de tu trabajo.
- 20% de lo que comes te da el 80% de lo que necesitas.
- 20% de la ropa que compraste es el 80% de la ropa que te pones.
Muy útil. Gracias.
Gracias Norman por verle el valor y dedicar tu tiempo a compartir el comentario. Saludos.