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¿Qué es el ego de una persona?
Welcome everybody! Aquí viene una gran pregunta: ¿Qué es el ego de una persona? Todos cohabitamos con la Bolsa Negra y la Bolsa Blanca, el ego y la esencia, la parte con más oscuridad y la parte con más luz, son dos fuerzas titánicas y opuestas que cohabitan en nuestro interior desde el día que nacemos.
Absolutamente TODAS nuestras intenciones, motivaciones y aspiraciones pueden ser clasificadas como motivaciones que parten desde el ego. Y sí, el ego seguramente de mucho placer, pero es un placer destructivo y efímero.
Actuar desde el ego
Imagínate estas tres situaciones.
- Estás con tu coche parado en un semáforo en rojo. El semáforo se pone verde y el coche que está delante de ti se mantiene parado. El primer segundo te frustras. El segundo, tu frustración se convierte en rabia. El tercero, tu rabia se convierte en ira. Y el cuarto tocas el claxon con un alto grado de alteración.
- Asistes a una clase magistral en tu universidad. El ponente te encanta y te mueres por formularle una pregunta, pero cuando estás a punto de levantar la mano, te invade una larga lista de miedos. Te quedas sin formular la pregunta.
- Alguien te viene a contar algo horrible que tu mejor amiga ha dicho de ti. Entras en cólera, montas un drama, y empiezas a enumerar todas las cosas que has hecho por ella con un único objetivo en mente: dejar lo más patente posible lo víctima que eres de esa «terrible» injusticia.
¿Sabes cómo evitar las tres perturbaciones anteriores? Solamente domesticando tu Bolsa Negra, tu ego.
Felicidad egoica
– Anxo, todo este rollo sobre el ego… ¿realmente es tan importante luchar contra él? ¿Qué pasa si prefiero quedarme con mi felicidad egoica? El ego puede dar mucho placer.
Con las situaciones expuestas seguramente seas de los que piensa que el ego de mucho placer. Te responderé con otra pregunta. Si el jardín de tu casa estuviera lleno de mini-bombas, ¿preferirías activarlas o desactivarlas?
Todos tenemos un jardín lleno de mini-bombas. Cada una de esas mini-bombas es cada uno de los tentáculos del ego. Cuando ese tentáculo está por conquistar, significa que tu bomba está activada: por ejemplo cuando te molesta el éxito de otros (tentáculo de la envidia), cuando sientes temor a lo que pase en el futuro (tentáculo del miedo), cuando te sientes un poco superior a otros (tentáculo de la soberbia). Y cuando ese tentáculo está conquistado, significa que esa mini-bomba que lo representa está desactivada.
Importancia de controlar el ego
Es importante controlar el ego porque a mayor ego… mayor sufrimiento.
¿Qué sucede cuando el número de mini-bombas activas es muy alto? Que el número de explosiones ¡también lo es!
- ¿Albergas la mini-bomba del rencor? Cada vez que recuerdes la traición de tu amigo, tu explosivo hará ¡BUM! Y tú sufrirás.
- ¿Tienes la mini-bomba del victimismo? Cada vez que tu hijo no venga a verte o que tus amigos no te inviten a una fiesta, tu explosivo hará ¡BUM! Y tú sufrirás.
- ¿Y qué pasa si albergas la mini-bomba de la envidia? Cada vez que tu compañero de clase te supere en un examen o tu compañero de profesión obtenga un reconocimiento, tu explosivo hará ¡BUM! Y tú sufrirás.
Si quieres desactivar tus bombas, es muy fácil: suelta el rencor («lo que hizo no me gustó, pero no creo en el resentimiento»), apaga la voz del victimismo («amo igual a mi hijo tanto si viene a verme como si no»), elimina la envidia («seguro que se lo merece. Me alegro por él»).
Una persona débil vs fuerte
Hubo una época de mi vida en la que cuando me encontraba con alguien que (aunque yo no lo supiera) tenía mucho Éxito Interior, pero poco postureo. Ropa sencilla, sonrisa constante, cero pretensiones. Al verlo así tan descreído y simple, yo lo veía una persona débil. Y al poderoso, lleno de reconocimientos y triunfos, tal vez con mano dura, arrogante, serio, rígido y muy convencido de cómo tienen que ser las cosas, yo lo veía como una persona fuerte.
Al tiempo descubrí que es justo al revés. Aquel que es aparentemente débil y cuenta con un gran equilibrio interior tiene domesticado su ego, y por tanto tiene sus mini-bombas desactivadas. Ese es fuerte porque sufre poco. Aquel que es aparentemente fuerte y rígido y está muy lejos de domesticar su ego, cuenta con un enorme campo de bombas a punto de explotar. Ese es débil porque sufre mucho (y cada día).
La vulnerabilidad
La vulnerabilidad de uno hacia las explosiones es baja y la del otro es altísima:
Por la mañana, cuando cada uno de ellos se encuentra a un conductor que les toca el claxon enojado. El primero se mantiene inalterado porque ha desactivado la mini-bomba de la ira. El segundo le devuelve la alteración, se irrita y sufre. Llevaba su mini bomba activada.
Más tarde, cuando les ponen una multa, el primero la acepta y reconoce su error, ya que ha desactivado la mini-bomba de la arrogancia. El segundo se enfrenta al agente de tráfico, se le hincha la vena del cuello y su cólera le arruina la tarde (su bomba ha explotado).
Y, por último, cuando alguien les hace una crítica desacertada, el primero no piensa en los motivos que pudieran desmentirla, sino en aquellos que pudieran confirmarla, ya que su ego no le pide tener razón (bomba desactivada). El segundo la toma como el mayor de los ataques. Su mini-bomba del ego acaba de explotar, y él… acaba de sufrir.
Ser vulnerable al sufrimiento
Sólo una cosa te hace vulnerable al sufrimiento: tu ego. Aquí te dejo tres máximas de cierre. Si al leerlas sientes que sus lecciones son algo que te ves aplicando en tu día a día, será indicativo de que estás domesticando tu ego y desactivando tus mini-bombas. En caso contrario, será indicativo de que aún te falta mucho.
No busques triunfar. Busca aprender.
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