Cómo ser una persona magnética

Welcome everybody! ¿Conoces a gente de la que dirías que es mágica? Esa pregunta es retórica, ya que ya sé que la respuesta es «sí». La importante es esta: ¿lo dirían ellos de ti? Atento porque te voy a dar las claves de cómo ser una persona magnética, ¿quieres saberlo? Continúa leyendo.

La respuesta a la pregunta que te he soltado es que depende de tu nivel de magnetismo. Si es alto, dirán que sí. En caso contrario, dirán que no. Aquí las ocho claves a nivel comunicativo para ser una persona magnética.

 

Claves de una persona magnética

1. NO HABLES DE FORMA CATEGÓRICA

El Real Madrid es el mejor equipo del mundo. (X)

– El Real Madrid puede que sea uno de los mejores equipos del mundo. (√)

2. CONCEDE EL BENEFICIO DE LA DUDA Una vez cometí este error con mi secretaria:

Anxo: Eva, ayer te pedí un informe para hoy y que me lo enviaras a primera hora. ¿No lo has hecho? (X)

Eva: Está en tu correo. No sé si has tenido ocasión de mirarlo.

Efectivamente estaba allí, y sin embargo yo estaba acusándola (indirectamente) de no haberlo enviado. ¿Nivel de magnetismo por mi parte? Cero de diez.

Lo correcto hubiera sido:

Anxo: Eva, ayer te pedí un informe para hoy y que me lo enviaras a primera hora. Seguro que ya lo has hecho y ha habido algún error que me ha impedido recibirlo. (√)

Si ya me lo ha pasado, quedo como un caballero. Y en caso de que no, me dará una solución, pero sin sentirse acusada. ¿Nivel de magnetismo? Diez de diez.

3. ¿ES UNIVERSAL O LOCAL?

Si es universal, es un consejo que se puede aplicar a todo el mundo. Ejemplo: En España todos debemos conducir por la derecha.

Si es local (personal), es algo que me puedo aplicar a mí, pero no para todo el universo: Todo el mundo debe ir a fiestas y conocer gente.

Eso no es un consejo universal. Eso es TU preferencia. Si das ese consejo a un introvertido, le creas un dilema. (Este punto es especialmente importante para aquellos padres que confunden «preferencia personal» con «consejo universal»).

4. EVITA LAS PALABRAS ABSOLUTAS: SIEMPRE, TODOS, NUNCA, NADIE…

Usa palabras suavizadoras, como «tal vez», «probablemente», «puede ser que», «quizá», «en algunos casos»

– Nunca he recibido nada de ayuda de nadie. (X)

Probablemente yo haya recibido menos ayuda que muchos. (√)

– Todos los adolescentes de hoy son unos maleducados, no como antes, que eran todos respetuosos con los adultos. (X)

Puede ser que ahora haya algunos adolescentes con menos modales y que antes quizá se valorase más el respeto a los adultos. (√)

5. USA ESTAS TRES PALABRAS: YO + CONSIDERO + QUE

Cuando no uses esas tres palabras, estarás corriendo el riesgo de expresar algo que tan solo es tu opinión y que esta sea tomada como un decreto de ley, con toda la repulsa que ello podría causar.

Siempre que robes, deberías ir a la cárcel. (X)

Yo considero que [punto 5], en algunos casos [punto 4], si robas deberías ir a la cárcel. (√)

6. ADOPTA UN LENGUAJE CONCILIADOR

Seguro que no me he explicado bien. (√)

No se ha hecho lo que yo pedí. Quizá debí haberlo pedido de otra manera. (√)

Te llamé el otro día, pero estarías ocupadísima. [Puntos 6 y 2.] Seguro que te has encontrado mucho tráfico. [Cuando alguien llega tarde.] (√)

7. EVITA COMENTARIOS MEGALÓMANOS

Trabajan con nosotros porque somos los mejores. (X)

Trabajan con nosotros porque han considerado que no hacemos las cosas mal. [Puntos 7 y 4.] (√)

8. ELIMINA EL SARCASMO

Mi abuela solía decir: «Si vas a bromear sobre mí y tan incierto es decir que soy la mujer más fea de la tierra como la señora más bella del mundo, elige lo segundo. Si es una broma, al menos que siente bien y no mal».

El sarcasmo nunca suma magnetismo. Solo lo resta. Cámbialo por piropos sinceros, y aprende a decirlos a la cara, con valentía.

 

¿Por qué es importante ser magnético?

Cuidar estas ocho áreas te permitirá conseguir que cuando la gente se vaya de tu lado, se encuentre un poquito mejor de como tú la encontraste, y ese es el mayor y el más bonito de los poderes; el poder del magnetismo.

Entiende que si te recordarán, no será por cuánta razón tuviste, sino por la buena sensación que dejaste.

Quédate con esta última lección. Casi nadie te dirá que le sentó mal uno de tus comentarios, pero… Lo difícil no es saber escuchar lo que la gente dice, sino saber oír lo que la gente calla.

 

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Anxo Pérez ¿Te gustaría recibir notificaciones cuando se inicie un evento? No Si